LA EVALUACIÓN INTERNA Y EXTERNA DE LOS CENTROS EDUCATIVOS
Reflexión crítica acerca de la evaluación interna y externa de los centros educativos
En primer lugar habría que tener claro que es evaluar.
Como decía Célèstin Freinet: “De vez en cuando, el labrador se detiene, al llegar al extremo del surco, para resoplar; pero también para contemplar la labor realizada, para sopesar lo que no salió como estaba previsto e intentar corregirlo y, al mismo tiempo, retomar coraje”
La evaluación busca conocer el centro educativo y desengranar el funcionamiento y la dinámica que tiene lugar dentro del mismo. Dinámicas para la mejora llevan consigo cualidades del centro como juicio crítico, responsabilidad, acuerdo y consenso interno, avance, compromiso, cumplimiento de objetivos, exigencia auto infundada, impulso de medidas de desarrollo y mejora, progresión hacia metas y fines, equilibrio, solvencia, etc.
Para evaluar hay que comprender el centro educativo, compartiendo la información que del mismo se tiene y recabando nueva información que de la visión del estado del mismo, buscando como único y principal objetivo conseguir la mejore del centro, de su personal docente y del alumnado principalmente.
Habría que partir de la base de conocer y analizar el concepto general de evaluación, para así en segundo lugar diferenciar entre la evaluación interna y la evaluación externa de los centros
Conceptualización general acerca del término evaluación
La evaluación busca comprender significados y compartir experiencias; mejorar el conocimiento que se tiene del centro, metas, procesos y resultados con el fin de dar uso a esos conocimientos en busca de la consecución de mejoras en el centro.
Según Tenbrink, 1981 la evaluación “Es el proceso de obtener información y usarla para formar juicios que a su vez se utilizaran en la toma de decisiones”
Fases del proceso: obtengo la información à formulo juicios à tomo decisiones à comunico lo resultados de la evaluación.
En un primer momento te planteas que es la evaluación, en qué consiste, de qué manera la puedes llevar a cabo en un centro educativo que fines persigue, para que sirve, pero… ¿en realidad se plantean eso las administraciones y los centros? ¿Buscan la mejora del nivel educativo del alumnado? ¿Buscan la mejora del funcionamiento del centro? ¿Qué se busca con la evaluación interna y externa? ¿Quién y cómo debe de realizarse? Y así se me plantean infinidad de preguntas muy relevantes.
Desde mi punto de vista es absolutamente necesario el llevar a cabo un complejo y útil procesos de evaluación de los centros docentes y todo su ecosistema, y supongo que desde la mayoría de los implicados en el sistema educativo que realmente quieren una mejora y un desarrollo del sistema se camina por esta senda.
Toda evaluación de centros debe plasmarse en un proyecto o plan de mejora en el cual se recojan las actuaciones, temporalización, responsables, recursos. Estos proyectos deberían ser un contrato a dos bandas, Administración y Centros, que implique y comprometa solidariamente a ambos.
Actualmente con la LOE se han recogido en la legislación dos tipos de evaluación: la evaluación interna o autoevaluación y la evaluación externa llevada a cabo por la Administración. Esto va a cambiar significativamente con la aplicación de la nueva ley aprobada recientemente, la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa. Indiferentemente de una ley u otra es necesario llevar a cabo una evolución del centro educativo y de todos sus integrantes pero previo inicio de la evaluación hay que plantearse ciertas cuestiones tanto en la evaluación interna como en la externa. La evaluación debe de buscar la mejora de la calidad del sistema educativo, debe de plantear un buen sistema de evaluación, un sistema viable, factible y realizable; se deben de plantear los pasos minuciosamente para no cercar, sesgar o coartar las posibilidades de que se mejoren la mayor parte de los ámbitos evaluables; la evaluación no es un mero proceso que se termina y sirve de utensilio informativo, la evaluación es un paso previo, es un diagnostico de las debilidades y fortalezas del sistema, pero debe de servir para posteriormente llevar a cabo cambios que conduzcan a la mejora del sistema implantando medidas de cambio, de renovación, etc.
Las bases legales de la LOE recogían el sistema de evaluación de este modo:
- Arts. 21 y 29.‐Evaluación de Diagnóstico (todos los centros): Competencias básicas (4º EP y 2º ESO )
- Título VI: Evaluación del sistema educativoArt.140. Finalidad de la evaluación
Art. 141. Ámbito: Procesos de aprendizaje, resultados alumnos, actividad profesorado, procesos educativos, función directiva, funcionamiento centros, inspección, Administraciones educativas
Art. 142. Organismos responsables: Instituto de Evaluación. Colaboración CC. AA.
Art. 143. Evaluación general del sistema educativo: Sistema de indicadores
Art. 144. Evaluaciones generales de diagnóstico: Sobre competencias básicas
Art. 145. Evaluación de los centros:
Por la Administración (evaluación externa)
Autoevaluación(evaluación interna)
Art. 147. Difusión del resultado de las evaluaciones
La evaluación interna
La evaluación interna se lleva a cabo por el propio centro y es un tipo de evaluación que es necesaria, porque es el centro quién mejor conoce la dinámica interna, las líneas de actuación hacia donde se deben dirigir, lo que se debe de fortalecer que ya funcione bien, y lo que hay que cambiar drásticamente porque no conduce a la mejora. Pero un problema de este tipo de evaluación puede derivar del miedo de los centros a hacer partícipe a toda la comunidad educativa en el proceso, porque un centro se ve influenciado por toda la comunidad que le rodea a él, a sus alumnos y a su personal. Se debe de primar la búsqueda de la mejora y no el dar una buena imagen externa del centro dejando los problemas dentro sin tratar de resolverlos ni buscándoles soluciones.
La evaluación interna debe recoger el grado de cumplimiento de la programación anual: resultados y organización y funcionamiento. Tiene carácter anual y el equipo directivo debe de sacar las conclusiones más importantes de la evaluación. Y con los resultados se establecen prioridades e introducen cambios en la cultura de mejora continua del centro.
Esta evaluación interna debe de tener una finalidad formativa para permitir la toma de decisiones que mejoren la calidad educativa. Se debe de realizar de forma participativa implicando a toda la comunidad educativa y del informe final se deben de obtener propuestas de mejora y de actuación innovadora para el centro educativo.
La evaluación externa
Generalmente hasta el momento a mi parecer no se ha venido llevando una línea lógica entre la evaluación y lo que se nos cuenta en los discursos educativos y curriculares, los cuales habitualmente van por un lado y los discursos evaluadores van por otro. Se pretende que se adquieran competencias básicas, se no habla de habilidades y destrezas, procedimientos, procesos de enseñanza y aprendizaje, contextos educativos, valores, etc., en las evaluaciones se habla únicamente de rendimiento en las disciplinas instrumentales, en un nivel determinado, dejando fuera el resto de los elementos del currículo. Se resume que la enseñanza del currículo y las evaluaciones no van en la misma dirección, con lo cual difícilmente se pueda decir que la evaluación que se está llevando a cabo sea realmente la adecuada.
Es obvio que hay que evaluar los resultados académicos de los alumnos, pero no única y exclusivamente eso, también son importantes otras dimensiones e indicadores. La evaluación debe integrarse dentro del discurso educativo y evaluar lo que verdaderamente se considere que es importante en educación.
Una evaluación adecuada debe incluir múltiples dimensiones que consigan un equilibrio entre sí para que la valoración y reflexión de los datos obtenidos nos ayuden a producir cambios que mejoren el sistema. Para ello se deberían de replantear cuestiones como ¿Qué evaluamos? ¿cómo evaluamos? ¿Con que fin evaluamos? Y que hacemos con la información obtenida de la evaluación.
El proceso de evaluación debe de dar la información al centro educativo y a la Administración de como está realmente funionando un centro educativo y debe de ser el punto de partida para la aplicación de planes de mejora, seguimiento y apoyo institucional, y no quedar reducidos a un mero informe que de a conocer los problemas sin realmente afrontar como reducirlos y buscar la mejora.